Las cooperativas en República Dominicana han jugado un papel fundamental en la economía y en el desarrollo social del país, creciendo significativamente a lo largo de los años. Aquí se presenta un artículo que resume la historia y el impacto de las cooperativas en la nación caribeña.
El cooperativismo en República Dominicana tiene sus raíces en la invasión norteamericana de 1918, adquiriendo formalidad legal durante la dictadura de Trujillo (1930-1961), cuando se establecieron decretos y leyes con el fin de combatir la pobreza y promover el ahorro colectivo. Inspirado por las ideas de los pioneros de Rochdale, Inglaterra, donde nació la primera cooperativa moderna en 1844, el cooperativismo dominicano comenzó a formar su propia identidad.
Primeras Cooperativas y su Expansión
Las primeras cooperativas dominicanas, específicamente cooperativas arroceras y cafetaleras, fueron establecidas en Villa Vásquez, Montecristi en 1918 por una orden ejecutiva del gobernador militar estadounidense, para enfrentar la escasez de alimentos básicos. En 1931, Trujillo anunció la formación de las primeras asociaciones cooperativistas.
Influencia Religiosa y Organizacional
La influencia de la Iglesia Católica fue significativa en el desarrollo del movimiento cooperativo. Los misioneros de la Orden de Scarboro, como el padre Alfonso Chaffe, jugaron un papel clave al establecer la primera cooperativa de ahorro y crédito del país en 1946. En 1947, la “Semana Social del Caribe” fue un punto de inflexión para promover el cooperativismo, llevando a la fundación de FEDECOOP en 1949, aunque la primera ley de cooperativas no se promulgaría hasta 1952.
Crecimiento y Desafíos
A pesar del crecimiento, las cooperativas enfrentaron desafíos significativos, como la presión del régimen trujillista, que llevó al cierre de muchas de ellas y la persecución de figuras clave como el padre Pablo Steele en 1959. Sin embargo, la resiliencia del sector llevó a la creación del Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP) en 1963 y la ley reguladora de cooperativas en 1964.
Consolidación del Sector Cooperativo
Para 1966, se fundó la Confederación Dominicana de Cooperativa (CODOCOOP), consolidando aún más el movimiento. Y en 1986, se estableció un decreto para la aplicación de la ley de cooperativas, reforzando el marco legal para su operación.
Hoy, las cooperativas dominicanas se destacan por su enfoque social y empresarial, siendo un instrumento clave para la inclusión y el desarrollo económico. El crecimiento del sector ha sido notable, con un aumento del 82% en los últimos 22 años. El mayor número de cooperativas se encuentra en zonas urbanas como el Distrito Nacional y las provincias de Santo Domingo y Santiago.
Conclusión
El cooperativismo en la República Dominicana ha demostrado ser un modelo económico resiliente y adaptativo, contribuyendo al desarrollo social y económico del país. Con una historia rica y un futuro prometedor, las cooperativas siguen siendo un pilar para el progreso de la nación caribeña.